domingo, 10 de octubre de 2010
Gente que admiro
Conozco a una mujer que de un día para otro decidió cambiarse de nombre.
Ya era mayorcita, creo que pasaba de los 40, por lo que fue una decisión aún si cabe más radical.
Toda la vida llamándote, Pepita y, de repente cuando te llaman, avisar de que no te llamas así sino que te llamas Nuria, y no dar ningún tipo de explicación ni justificación al respecto, sino como mucho, replicar que "por mis huevos, porque me da la gana".
Te arriesgas a que te tomen por chalada como mínimo y que la gente haga cierta coña de ello, y es un hecho que provoca cierta violencia en el mismo protagonista y en los demás, ya que pasas una temporada más o menos larga dando aclaraciones, que no explicaciones...
La gran mayoría de la gente odia los cambios, ya que les producen desasosiego e inseguridad o como mínimo perplejidad y que un día te llames de una manera y el otro de otra, les confunde.
No es la primera, recuerdo a Jaume Sisa, llamado a temporadas Ricardo Solfa, y mas allá, en América, a Prince que se puso un nombre tan raro, que la gente no consiguió aprenderlo y le llamaba "El artista antes conocido como Prince".
Es que la gente que hace cambios tan radicales en su vida y que para ello prescinden de lo que los demás puedan opinar, son gente algo incómoda y frecuentemente bastante incomprendida, pero dado el esfuerzo que realizan para conseguir su propósito y la cantidad de energía y valentía que ponen para conseguir algo tan poco práctico y productivo y en cierta manera tan romántico, merecen mi admiración.
Esto viene a cuento de una pregunta que tuve que contestar el otro día en unas pruebas de selección para un curro al que me presenté y no me cogieron. Tenía que nombrar cinco mujeres a las que admirara y, la verdad es que me quedé totalmente en blanco e intenté ser tan honrada respondiendo, que no conseguía recordar ninguna, y al final me las fui inventando al tuntún...un desastre...,que me hizo reflexionar en a quién y porque realmente admiraba.
Y sigo sin saberlo muy bien pero creo que, a veces, lo que me encanta es la gente que se sale del guión establecido y contra viento y marea deciden que la realidad no es aquella sino que es ésta: llamarse como a uno le da la gana.
Gran pregunta aquesta de les cinc dones que més admires! Sempre tendim a pensar amb les grans dones que surten a les enciclopèdies (molt menys que homes i això dificulta la resposta!) quan tenim milers de dones que tenim com a veïnes, tietes, amigues... que n'hi ha per treure'ns el barret, si en portéssim!
ResponderEliminarUnicamente conozco a una persona que se cambió el nombre. Tienes razón, incomoda. Y no sé por qué. A la pobre no le gustaba el nombre que le habían puesto sus aburridos padres, por otra parte un nombre bien bonito, María Eugenia, y se cambió a María. Le conozco desde que nació pero cada vez que me encuentro con ella como que se me llena la boca de piedras y no puedo nombrarla. Por otro lado el cambio de nombre no le ha afectado aparentemente en nada a ella y a mí interiormente sí.Que tontería.
ResponderEliminarUna antepasada tuya que siempre conocimos como Marina pues no se llamaba así. Sinforosa era su nombre. En la misma calle de ella vivía otra Sinforosa que se dedicaba al ligue y con esa disculpa se cambió. Para mí que fué la razón que dió a la familia, que bastante putada le habían hecho al cristianarla con aquel nombre.
Latia
Galderich, yo te admiro mucho a ti, con ese blog tan fantástico, entretenido y erudito que tienes, pero me pedian mujeres, sino te hubiera puesto a ti y con Latia además de admirarla, tenemos el tema de la sangre y no se porqué pensé que la familia no valía, y mira tú, no sabía yo que Marina se llamara Sinforosa, no me extraña nada que se cambiara el nombre, pobrecita ¡Qué horror!
ResponderEliminarY habeis pensado en la pobre gente a la que inponen un nombre/mote/apodo que ellos no han escogido? algunos no se libran de él en toda la vida...
ResponderEliminarpombo jr
Yo preferiría no tener nombre. O llamarme todos los nombres, o no ser nadie. En mi documento dice Germán Lucas. Todos me conocen por Toti, pocos me conocen por Germán y yo me hago llamar Lucas. O sea que por Lucas no me conoce ni mi madre, pero dentro del espanto de todos mis nombres y apodos es el que prefiero. Como verán lo de los nombres es algo que no tiene mucho sentido. Muchas españolas se llaman "concha", o "conchita", y eso acá es el nombre de otra cosa. Hablando del nombre de las cosas: cuando estuve en España fui a un bar. En el bar había una señorita que quería pasar por donde estaba mi silla. Y le digo: esperá que me corro. La chica me miró entre espantada y sonriente. Luego largó la risa y comprendí mi error. Nunca supe como usar ese verbo o por cual reemplazarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lucas, a mi me encanta tu nombre, es más si fuera hombre, me gustaría llamarme Lucas, Germán no me gusta demasiado. Y es que me gustan los nombres con la letra U.
ResponderEliminarMi Pombo Jr. se llama Paula y me odia porque le puse ese nombre y eso que cuando ella nació no había prácticamente Paulas e incluso era un nombre que aquí en Cataluña, tenía un sentido un tanto peyorativo: "Ets una Paula" quería decir "eres una mema", el caso es que como yo soy vasca pues no tenía prejuicios sobre el nombre y me gustaba mucho, y encima creamos tendencia (algo habitual en mi, para lo bueno y para lo malo...) y al cabo de pocos años fué el nombre de niña más puesto en España, lo que hace que ella, aún odie más su nombre...porque ser la única Paula o ser una Paula más, cambia mucho la cosa.
Y ahora creo que cuando ella era pequeñita, y me preguntaban ¿cómo se llama esta niña tan rica? y contestaba, Paula, añadíamos una Paula más al padrón municipal...
A mi tampoco me gusta mi nombre, pero es por otras razones que serían muy largas de explicar y no es el momento, pero Paula, me sigue gustando muchísimo y creo que no se podía haber llamado de otro modo:
Paula, mi Paula.
Ay Pombolita, es verdad que mi nombre no me gustó durante mucho tiempo, y aún hoy pienso que habría sido más interesante llamarse Lucia o Almudena. Pero entendiste mal mi comentario de antes, cuando hablaba de los pobres desgraciados a los que imponen un nombre o apodo me refería a los que por ejemplo se llaman Jorge y les llaman, nadie sabe al final, Chuchi y se les queda eso toda la vida, aunque ellos lo odien. No pensaba en mí….yo me llamo Paula y punto y ya he dejado de pensar en ser otra sino que intento mejorar la Paula de ahora. Al final, todo depende un poco de quién pronuncie tu nombre. En la boca de algunos mi nombre suena dulce y soñador, cuando en la de otros me dan ganas de cambiármelo al instante. Los franceses por ejemplo lo pronuncian fatal “Polà”, me llaman, horrible!, o “PaUla” con acento marcado en la u. Al final les digo que me llamen Pau, para que les sea más fácil y me quedo con la satisfacción de permitirme ser medio chico.
ResponderEliminarPor otra parte la belleza de los nombres es tan subjetiva, aquí en Francia algunos nombres que para nosotros suenan a pasado de moda, les encantan! Como Dolores o Francisco. En cambio otros que a mí me gustan mucho como Marcel o Louise aquí son de abuelito/a de pueblo. Yo aconsejaría a los futuros padres pensar que pueden tener un hijo/a internacional y buscar un nombre que no sea impronunciable en el extranjero u objeto de risas. Por ejemplo conozco una galesa que se llama Angharad (y aparentemente nadie lo sabe pronuncia como sus padres) y un Griego que se llama Manolis y al que aún nunca he explicado que mejor que no vaya a España porque lo tomaran mínimo por una portera travesti.
Un beso
Paula
¡Ese Manolis me encanta!
ResponderEliminarY tú ya tenías la intención de ser internacional de pequeña porque a tus muñecas les habías puesto los extraños nombres de Conchita y Carmenchu, nombres que en Francia ahora serán muy chics y exóticos pero aquí aún tienen un rancio perfume a "tieta"...buenos días Pauline...
Llamandome Fuensanta, no puedo evitar intervenir, cuando digo como me llamo siempre hay algun comentario, jocoso, claro. Muy poco practico para vivir en el extranjero, o sea, cuanquier sitio que no sea Murcia, ciudad en la que nunca he estado. Cuando un guiri me pregunta qué quiere decir, le digo que Holy Fountain y entonces ya tenemos la juerga montada. Fufi no es mejor, es nombre de comida de gato o de gato mismo, y en Francia une Fouffi es sinonimo de mujer de mala vida. En fin, que no he tenido mas remedio que acostumbrarme, hay cosas peores como que me llamen Maria de la Fuensanta, como aparece en la partida de nacimiento. Carmen està ahora de moda, Carmentxu, siempre fuiste una precursora. Y lo mejor de todo, tenemos un precioso cuadro de Romero de Torres titulado "Carmen y Fuensanta". Ahi queda eso. Besos.
ResponderEliminarPD: Yo conozco a un griego que se llama Margaritis, para mas inri casado con una espanola. No quiero ni pensar lo que se reirian en su casa cuando presento al novio.
Pues te vas a quedar con Fouffi ya para siempre!!!!ME ENCANTA!!!! o Holy Fountain que no se me había ocurrido y también tiene gracia.
ResponderEliminarCarmen estará de moda en en el extranjero donde tu vives pero aquí sigue siendo de lo más vulgar y Carmentxu sólo me llamas tú desde que murió mi padre y me gusta mucho, porque me recuerda a él, más que por el apelativo en si, que siempre me ha parecido algo bizarro.
Pues yo te llamaba carmeta y ahora te llamo Pombolita, que me encanta. De hecho, eres pombolita.
ResponderEliminarCarmen es un nombre precioso. En Granada, un carmen es un jardin.
Se me olvidó comentar que lo de Holy Fountain me ha parecido genial.
ResponderEliminar¡Hombre! Oyana, por fin te has manifestado...se te echaba de menos...
ResponderEliminarPues no te apures porque si a mi preguntan el nombre de 5 mujeres (u hombres) a los que admirara, probablemente hubiera contestado que depende.
ResponderEliminar"Los que me tocaran la fibra ese día en concreto".
Todo el mundo es muy dado a lo mismo: El Papa, Santa Teresa de Calcuta. Pues mira, no. Mañana puedo admirar a mi vecina y al otro día pensar que es una bruja.
(Ahí tenemos el ejemplo de Neira). ¿Era Santo o es demonio?
...Es humano.
Por cierto, que si en un curro no te cogen por eso, dudo muy mucho de la gestión de Recursos Humanos de esa empresa.
ResponderEliminarYa Fiebre, es que a mi me pasa lo mismo, que me pongo a pensar en lo que contestarían los demás y me da como la risa tonta: "A mi madre, a mi abuela, a mi primera maestra, etc..." ¡ni muerta en ninguno de los casos! y por distintas razones.
ResponderEliminarY lo del curro, porque de momento no lo puedo explicar (y tiene mucha gracia mi versión), pero tengo que decir en su descargo que pedían preferentemente una de menos de 35 y yo, con todo el morro les mandé mi curriculum diciéndoles que para todo lo que pedían tenias que tener al menos 20 años más y las pruebas me las hicieron, pero aún así, no me cogieron.
¡Diga que sí BOMBONCITA!, que cada uno se llame como le dé la gana.
ResponderEliminarConocí a un tipo que se llamaba Juan Mugre, y eso le daba problemas, por lo que decidió hacer innumerables trámites administrativos para llamarse de otra forma. Hoy es una persona diferente tras aquel cambio, se llama Domingo Mugre.
Ui!Esto de los nombres me apasiona.
ResponderEliminarHay un cantante catalán, que se va cambiando el nombre, de Adrià Puntí a Josep Puntí, y cada año cambia de identidad, creo que cuando le preguntan, responde que es el hermano del otro Puntí...
Luego me apasionan nombres que unidos con el apellido forman frases graciosas, con mis amigas durante el instituto haciamos listas interminables (para aguantar las soporiferas clases de tecnologia...): A-na Dao, A-na Vegao, Pol Vazo, Este-ban Cruz...Lo mejor era cuando eran nombres y apellidos reales...
Otro canante catalán de apellido Riba...una de sus nietas se llama Maia(se ve que el parto fue bastante largo, como su nombre indica: maia Riba)
Y como he visto que Fuensanta ha dejado una entrada, me he acordado de una anecdota:
Un dia llamaron a casa, y al no entender muy bien quien llamaba, grite: Mamá!Ponte al telefono! Que es una prima tuya, que es su santoooo!
Asi que quedé un poco mal....
Pombolita del medio
Gracias Lúzbel, bomboncita también me gusta mucho, cuando desdoble mi personalidad en múltiple, como usted, otro de mis alias será ése.
ResponderEliminarY mi Pombolita del medio... ¡qué mona es!, oye me ha encantado Pol Vazo, por lo sugerente,(Pol es un nombre catalán muy de moda estos últimos años), y Maia Riba (mai arriba= nunca llega), que es genial, no se entiende en el resto de España, o sea que traduce amor, no todo el mundo es bilingüe. Y a la del santo, ya has visto, a partir de ahora Holy Fountain.
Por cierto, ¡qué depresión! ¿Pau Riba tiene una nieta de la edad de mi hija?...¿dónde vamos a parar?...¡pero si aún va vestido de hippie!