He salido a dar una vuelta matinal por el barrio y no había ni dios.
¿Crisis?, mucha crisis, pero aquí, los vecinos, no deben de tenerla porque se han largado todos o eso parece. Si estás en crisis, no viajas, ni siquiera te vas de fin de semana, ¿o no?, como hago yo, que estoy en crisis permanente.
Además hace un tiempo muy feo, de semana santa. Y en estos días, toca recogerse y reflexionar un poquito...y aquí, la peña, no se ha enterado...
Ese afán por viajar, por moverse a otros sitios para hacer actividades diversas, a la que llegan tres festivos seguidos, -todos a la vez-, es una huida hacia delante, un sin sentido y un desasosiego que tiene al personal absolutamente estresado.
Hay la obligación.
Antes había la devoción y era mucho mas aburrido pero probablemente tenía algunas ventajas, entre ellas la de aprender a aburrirse.
Ya lo he dicho otras veces, yo pienso que el aburrimiento es muy creativo.
Antes no se podía hacer nada y ese antes, es de cuando yo era pequeña o joven, los 60, los 70..., ya sé que parece la prehistoria pero era ayer... no hace tanto, pues; y todo estaba cerrado, los bares los comercios, todo; en la radio sólo ponían música clásica, religiosa o directamente el "santo rosario", en la tele, para el que tenía, "La Túnica Sagrada", "Los diez Mandamientos" o "Ben-Hur" y la única actividad social eran los oficios de Semana Santa, Bereshit explica muy bien el de Tinieblas en su última entrada, y talmente parece una peli algo "gore" sin sangre o con poca sangre y mucho miedo.
Pero me he ido del tema y en realidad hablaba del aburrimiento, tan obvio que es creativo, que no hace falta que diga nada más y en cambio si quería seguir hablando de la actividad frenética de la gente cuando está de vacaciones y he aquí mi teoría:
La gente, con toda esa actividad, con esos viajes cada vez más complicados, mas sofisticados en su aparente simplicidad, viajes para todos los gustos y casi para todos los bolsillos, pues eso, que la gente, lo que trata en realidad es de crear nuevos rituales.
En el siglo XXI, ya practicamente sin rituales religiosos, a pesar de ese anacronismo de las procesiones, - y de hecho las procesiones se han asimilado tan bien a la oferta turística que ya son una parte importantísima del reclamo vacacional-, lo que necesitamos es poder diferenciar unas vacaciones de otras para hacernos la ilusión de vivir concentrada intensamente, las vidas de otros.
¿Que somos sin rituales?
Nada. Nadie.
- Maratón de fotos con máquina Lomo en Praga
- Cinco días con los Masai
- En el arrecife con los tiburones
- La ruta de los Pioneros
- La Toscana en primavera
- Nueva York: el subsuelo
- La Patagonia en bicicleta
- La matanza del cerdo en el Maestrazgo
- Los fiordos en submarino
- En canoa por el Amazonas entre las pirañas
- Dos noches en un faro.
Alguno hasta parece divertido, lástima que como siga la situación así, vamos a acabar otra vez por la semana santa, en las iglesias con el capirote y la matraca, que es mucho mas barato, no es por nada.
Y para muestra de que el aburrimiento es creativo, ésto que leéis, que no será bueno, no, no lo es, pero mira tú que he pasado el rato sin gastar un duro, con mi música a todo trapo y tan ricamente, y ahora voy a crear alguna otra cosa...
Dejo esto dedicado especialmente a Hugo el escapista, que está de viaje interior, y ése si que es un viaje barato...
¡Cuánta razón, Pombolita! Me pone de los nervios (es un decir) cuando oigo que alguien se aburre. Y más todavía cuando se van de viaje a la búsqueda de "nuevas culturas" y a conocer gente diferente cuando, en realidad, no se separan de las rutas establecidas y cuando vuelven cuentan los tópicos de siempre y te enseñan las fotografías que se han hecho junto a un monumento para que quede constancia imborrable de que estuvieron allí.
ResponderEliminarEvidentemente, tanto me da. Que cada uno haga lo que pueda... ¡siempre que no me obliguen a ver las fotos!
Esta mañana la ciudad estaba espléndida, solitaria. Me he tomado el café en una terraza junto al Arco de Triunfo mientras leía un periódico que me guardé de ayer. Y le he arrancado a las nubes un pedazo de sol que anuncia la resurección de la primavera.
Hombre previsor vale por dos...y es que yo no recordé lo de la falta de periódico por lo que he pasado del café en el bar y además por mi barrio no había resurreción de ningún tipo, sino algúno que volvía de los "oficios" de ayer por la noche y que aún no se había ido a dormir "tot plegat, molt depriment". Y es que me parece que estoy yo aquí, en Sant Gervasi y tu allá, en el Arco de Triumfo y toda la semana santa entre ambos...
ResponderEliminarLo tengo por costumbre. Los días que no hay periódico (Viernes Santo, Sant Esteve i Cap d'Any) compro dos i me guardo uno (siempre El País) para el día siguiente.
EliminarEn casa hay más actividad: es zona turística.
ESTA INFORMACION ES ORENDA
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