Tengo esto tan abandonado que más de uno debéis creer que me he ido de vacaciones. Nada más lejos de la realidad sino todo lo contrario...tengo tanto trabajo que no me queda tiempo para escribir y eso que me rondan hace días varios temas sobre los que quiero hacerlo.
Curiosamente en este momento álgido de crisis general, yo, como que tengo menos crisis...o puede ser que todo sea relativo y que como llevo tanto tiempo sola con mi propia crisis, al generalizarse parece que la mía es menos.
En fin, qué tontería, que hasta me da verguenza decir que yo parece que ando mejor...
También es verdad que ya he desarrollado tantas estrategias ante ella,- cosa que los otros ( los que están en crisis desde hace poco) aún no han llegado- que seguramente la llevo mejor.
Yo soy de naturaleza optimista y una vez leí algo que me encantó, -como nos encanta ridiculamente todo lo que nos refuerza las dos ideas claras que tenemos-, y esto fué que alguien bastante sabio, no recuerdo quién, decía que los optimistas somos mucho mas realistas que los pesimistas.
Nosotros, los optimistas, por ejemplo ante algo que esperamos que pueda pasar, contemplamos las dos posibilidades, una, que pase , que evidentemente es lo que nos gustaría, o dos, que no pase. En cambio los pesimistas solo contemplan una, la de que no va a pasar.
Y queridos, lo realista es contemplar las dos, a pesar de que haya pocas posibilidades de que pase.
Ante la crisis que nos asola, deberíamos tener doble mirada, como los optimistas.
Es evidente que asusta, que hay mucha gente pasandolo muy mal, que es injusta, cruel y desesperanzadora, que antes o después a todos nos acabará afectando pero también lo es que nuestra manera de vivir, tan consumista y materialista, no es sostenible ni en el espacio ni en el tiempo y encima ahora no podemos decir que no sabemos como ésta afecta a otras personas de otros paises mas pobres, cuanto cuesta realmente por ejemplo, y no hablo de dinero evidentemente, esa blusita o esos pantalones tan monos y tan baratos que vamos a llevar una temporada como mucho y qué decir de un avión volando de aquí para allá con pasajeros que han pagado 30 euros por cabeza y así, todo o casi todo...
Por eso, yo que soy optimista, pienso que esto que nos pasa, es una oportunidad para repensar nuestra manera de vivir y no pienso dejar que decaiga mi ánimo por muchas malas noticias que se empeñen en explicarnos continuamente y desde todos los frentes...
Si lo peor que nos podía pasar ya nos está pasando: estos impresentables desmontando lo único que funcionaba bien en este pais.
¡Menos mirar la prima de riesgo y más vigilar que no nos privaticen el aire que respiramos...!
Coincido en todo contigo Pombolita;
ResponderEliminarAyer, oí una frase en la tele: las pérdidas, a veces son ganancias. Sólo que nunca se sabe de inmediato sinó al cabo de un tiempo, añado yo.
Y en eso estamos, esperando aclarar cuántas son las cosas que no nos eran imprescindibles para ser felices...viendo ir y venir a los que todavía han podido hacer vacaciones.
Puede que a la vuelta a la rutina, yo ya tenga los deberes hechos :-)
Un beso guapa, siempre me alegra leerte.
Pues en el barrio no se te ve... ¡Debe ser que andas cerrada en casa trabajando!
ResponderEliminarSiempre se producen movimientos compensatorios, y el dinero que no se invierte en caprichos se invierte en otras cosas. Está comprobado que cuando bajan las agencias de viajes aumentan las ganancias de las tiendas especializadas en objetos para el hogar.
ResponderEliminarPero ese no es el problema. Lo que no debemos perder de vista es la manipulación política y informativa que estamos sufriendo.
Chicos, hace mucho calor,no tengo animo ni de escribir...ya os contaré...
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