El otro día cumplí 60 años, y aunque no soy muy de fiestas, me apetecía hacer algo especial para celebrarlo.
Como disfruto de un jardín estupendo y en junio suele hacer un tiempo magnifico, ideé una cena informal con algo más. Ese algo más fue una especie de teatrillo/performance basado en un texto que escribí para tal ocasión: "Cómo he llegado hasta aquí" se llama.
Fue dirigido y representado por mi hija actriz, Bruna Cusí ( que no es porque sea mi hija, pero es un fenómeno) apoyada por sus hermanas y una invitada de mi edad, también actriz, Montse García Sagués, que quiso colaborar con ellas.
Tengo que confesar que la cosa era un experimento. Dado que me encanta escribir y me propongo hacerlo más en serio, quería saber si lo que yo escribo tiene sentido para los demás, interesa y sobre todo, divierte, algo para mí fundamental.
Pude constatar que la cosa tuvo mucho éxito, ellas lo hicieron fenomenal, el marco era incomparable, el público ( unas 80 personas) estaba entregado y encantado y no puedo estar más satisfecha de como se desarrolló el experimento.
Encima se lo comieron y bebieron casi todo y para postre el barça gano la champions, cosa que era importantísima para gran parte de mis invitados y que pudieron ver en una pantalla que montamos a tal fin.
Aún estoy agotada de la organización , pero como mucha gente me pide el texto, he decidido publicarlo aquí, explicando un poco como se hizo y con las músicas tal como yo quería que sonaran, que quizás fue lo que más me falló.
Como me dijo mi hermano, "me ha encantado esta dramatización de tu vida...", este texto es eso: una dramatización de mi vida, aunque tampoco quiere decir que sea exactamente mi vida. Hay unas cuantas licencias literarias, exageraciones y demás. No os lo creáis todo a pies juntillas, es una aproximación, eso es todo.
Espero que os guste
Suena esta preciosa versión y antes de seguir, he de decir que las canciones que he elegido, no tienen, la mayor parte de las veces, nada que ver con el texto, solo a mi me lo parece, y por causas que serían demasiado largas de explicar.
Ahora me gustaría que saliera aquí directamente pero no sé si sabré hacerlo...
Cómo he llegado
hasta aquí
Una cría de 7 años
La caravana
Son unos 4 o 5 carromatos bastante polvorientos, hombres
y mujeres de edades diversas y montones de niños llenos de mocos; además de un
batiburrillo de colchones de colorines, campanillas, cuerdas y cubos de
hojalata, jaulas, perros, cabras y otros animales, y por supuesto, los caballos
y las mulas con sus cascabeles.
Son un grupo muy
festivo y yo no entiendo por qué siempre los mayores se preocupan tanto:
¡Que vienen los gitanos…¡ más bien parece que vengan
Atila y los hunos…
Las mujeres jóvenes van andando, cargando con algún bebé mamón
y unos cuantos churumbeles corretean alrededor de sus amplias y coloridas faldas; van haciendo
un recorrido en abanico un poco por detrás de los carros, supongo que para ir
arramblando, pidiendo o negociando el material interesante que encuentran en su
recorrido.
El Espolón, tan grande, está extrañamente vacío y todos mis hermanos han desaparecido
momentáneamente, me he quedado sola con las bicicletas en la glorieta de la
entrada, que está abierta al paseo, -no es que nadie me lo haya mandado, -que
las vigile-, todos nosotros lo hacemos siempre -, la bici es como un tesoro, y además,
estoy esperando mi turno para usarla; Y es que, aunque en casa fabrican bicicletas,
las chicas solo tenemos dos, una pequeña azul y una grande verde con redes de
colorines en las ruedas, y da igual si no se ajustan a tu tamaño.
No la he visto venir, pero en un segundo, ya tiene bien
agarrada la bici pequeña por el manillar y se dispone a llevársela mirándome desafiante
desde sus pocos años, con unos ojos preciosos que asoman bajo la mugre que la cubre.
Yo también la cojo y le digo: “es mía”, me mira con todo
el desprecio del mundo durante unos segundos en los que parece que se solidifica
el aire, suelta el manillar y me pega un bofetón que aun me escuece, ni
siquiera habla, no me insulta; se va digna como una princesa egipcia con
andares de gato y, por un momento, estoy a punto de correr detrás de ella, -regalársela-,
arreglar la injusticia tremenda de que yo tenga un trozo de bicicleta y ella
ninguno, de que yo sea una niña con un vestidito limpio y merienda de pan con
chocolate, de que yo tenga cuentos y un jardín con una verja larguísima con
puntas de lanza, que me protege del exterior, de lo desconocido…
No lo hago.
Me quedo allá como una tontainas y totalmente humillada,
cuando lo que me gustaría de verdad, es hacerme amiga suya, que me adopte su
familia, no tener que llevar el mismo vestido que mis hermanas,…irme con ellos
a recorrer el mundo y dormir al raso bajo las estrellas, robar gallinas y
bicicletas…
15 años
Metamorfosis
Cómo y cuando me he ido convirtiendo en cisne, ni lo sé,
ni me lo creo.
No soy yo.
No me reconozco.
Nadie me lo ha dicho.
Si fuera verdad, en casa se habrían dado cuenta, ¿no?, -me
hubieran avisado-, lo hubieran comentado…
Por si acaso, no voy a preguntar, estoy segura de que la
imagen de esa chica tan delgadita y tan mona que me devuelven las fotografías
no soy yo…
Me ha invitado a salir el veraneante más guapo de la
playa, un chico bronceado como un hawaiano, que lleva unas camisas impolutamente
blancas.
Somos vecinos de caseta.
¡Qué nervios!
Me encanta, estoy emocionada, increíblemente me ha elegido
a mí…
Hemos quedado delante de la iglesia.
A las 6.30.
Vale.
Llego y me invita a entrar en misa.
¿A misa?
¿De verdad?
¿Ese es el plan?
¡No me lo puedo creer!
Ahora que he conseguido librarme de esas monjas odiosas…
Este chico es idiota.
Todo me pone furiosa y de muy mal humor.
No pienso hablar de nada con nadie y no
quiero que nadie me hable nunca más.
Los tíos son subnormales.
Quiero desaparecer
Debería haberme ido con los gitanos
Días de furia
¿Quién quiere
tener 20 años?
Quiero volver a casa.
Quiero volver con mi amor.
Quiero volver a Bilbao; dicen que es muy gris, pero a mí
me encanta.
Bilbao es de un gris húmedo, verde.
Barcelona es de un gris
polvoriento y seco.
Quiero no habernos ido
Quiero volver con mi amor.
Este piso en que vivimos es horroroso
Esta calle es triste
Este barrio es feo
Quiero volver con mi amor.
Esta ciudad de medianeras es horrible, es hostil, es
demasiado grande y está llena de “grises”
Si bajas por Balmes, cuando llegas a Gran Vía, están las
aceras llenas de ellos.
Pegan mucho con la porra.
Se colocan alineados a lo largo de la pared con esa cara de
perro… ¡me da pánico pasar por delante!, y encima, como yo no voy a la
universidad no puedo ir a las asambleas (solo las de vecinos) y no me entero de
nada...
Mi vida es muy poco interesante.
Todo es deprimente, hace mucho calor, mucha humedad y
también mucho frío
Quiero volver con mi amor.
La escuela es un
desastre, no aprendo nada de nada y tampoco sé si quiero aprender lo que ellos
quieren enseñarme.
Todo es en blanco y negro ¿o solo me lo parece a mí?
Hasta las pelis de arte y ensayo son grises o lo parecen.
La mayor parte de las veces no las entiendo, pero hago
ver que si, por si así parezco más interesante.
Me esfuerzo por serlo pero no lo consigo.
Opto por hablar poco.
Dibujo, pero no me gusta nada lo que hago.
En general me veo como una farsante.
Soy una farsante la mayor parte del tiempo.
He encontrado un trabajo en una tienda de ropa, y esto es
lo único colorido que parece tener esta temporada; con lo que consiga ahorrar
me voy a ir de viaje a una isla, Formentera se llama.
En Formentera parece que hay unos que son como gitanos pero
se llaman hippies, quién sabe, a lo mejor me quedo con ellos…
Aunque lo que de verdad quiero es volver con mi amor.
Después de la
tormenta siempre llega la calma…
Entrando en la
treintena
No me quedé en Formentera, a pesar de que parecía el
paraíso, pero aun conservo y lo tendré por mucho tiempo, el primer pareo que se
vio por esas costas.
Es de color amarillo huevo y tiene unos dibujos muy
bonitos en color marrón obscuro casi negro.
Me quedaba estupendo y aunque me costó una pasta, ha sido
una buena inversión.
Mis hijas aún jugarán a disfrazarse con él.
Mis hijas.
Entre los 29 y los 36, he tenido 3.
En general he tenido pocas ideas claras en mi vida, pero
quizás de las únicas, la que más, es la de ser madre y esa la he conseguido.
Primero encontré un padre para ellas y me casé con él.
De la boda solo tengo recuerdos borrosos porque me quité
las gafas para estar más mona, (no hay novias con gafas) y no me pude poner las
lentillas por un problema de alergia que tenia.
Pues eso, que solo
recuerdo sombras…, encima, por diferentes motivos aun hoy no aclarados, no hay casi
fotos ni película del evento, por lo que solo me queda el marido y el traje.
En casa de mis padres hay una fotografía en la que
estamos saliendo de la iglesia, pero la luz se va comiendo el color y ya casi
ni se nos ve, estamos desapareciendo poco a poco…
El ha sido buena elección, a los hechos me remito: no hay
más que verlas, que monas y que espabiladas son…
Ser madre es muy difícil y muy fácil a la vez.
Es agotador pero muy satisfactorio.
Ser mujer es muy difícil
Ser mujer de un hombre es muy difícil siempre
Mi estilo como madre, es hacer siempre lo contrario de lo
que hacia la mía.
Es un método poco científico pero resultón, aunque de vez
en cuando se me descontrola y me salen el Rh de Bilbao y me veo a mi misma
diciendo cosas que había jurado que no diría y haciendo cosas que había dicho
que no iba a hacer, pero en general creo que lo estoy consiguiendo.
Ya veremos que dicen ellas cuando sean mayores.
De momento son mías, son mis niñas, con esas caritas tan
preciosas...y yo soy para ellas una diosa.
A veces…
La mayor, tan espabilada y graciosa, tan despierta, siempre
preguntando, queriendo saberlo todo.
Agotadora.
La segunda, tan alegre y cariñosa, tan intensa, siempre jugando
y trepando por ahí, poniéndome el corazón en un puño.
Agotadora.
Y mi chiquitina, este bebé diminuto, este milagro de niña,
con su manita siempre agarrada de mi jersey, y esa voz tan finita, tan finita,
que apenas la oigo…
Tan buena y tan fácil, tan preciosa con esos ojazos del
color del mar mediterráneo...
Las tres tan distintas y tan parecidas.
Mis tesoros
Sigo dibujando pero no me gusta lo que hago…
Ser madre, ser mujer, ser creativa, ser trabajadora y
estar buena (de salud y de físico), es lo más difícil del todo.
Ahora no me puedo ir a ningún sitio, tengo que ir a
comprar mandarinas…
Crisis Crazy
Una década
complicada
Crisis.
Loca crisis
¿Quien habló de calma…?
Marejadilla, mar de fondo, tormenta veraniega… más
bien una galerna traidora nos está
dejando desarbolados…
Esto no acabará bien
La menopausia.
Vaya. De eso parece que no se puede hablar.
Tengo unos accesos de ira tan súbitos que me impresionan
hasta a mí.
Las niñas dicen que grito mucho.
Es verdad: grito mucho. GRITO MUCHO.
No sé qué me pasa.
O si
Cuando llego por la tarde a casa del trabajo y me
encuentro todo tal cual lo he dejado por la mañana, grito. Mucho. GRITO MUCHO.
Todo parece estar siempre en conflicto, la cocina
empantanada de platos sucios, las camas sin hacer o muy mal hechas, el cuarto
de baño siempre ocupado, o inundado, o ocupado, o inundado…las niñas
discutiendo entre ellas, o haciéndose cómplices para conseguir algo y
discutiendo conmigo o con su padre, su padre y yo discutiendo…y vuelta a
empezar
Los días buenos no discutimos, nos queremos mucho, y
reímos y hablamos y la casa esta extrañamente silenciosa y acogedora.
Viajamos, hacemos cosas juntos.
La mayor parte del tiempo somos bastante felices.
Pero ellas sí que se van a ir.
Ya han empezado a hacerlo
Primero un fin de semana, después un mes, luego un
verano, el curso que viene seis meses…
Esto es imparable.
Tengo tanta energía sin utilizar y es tan frustrante, que
para no gritar más, decido salvar un jardín.
Y hago cosas que nunca había hecho:
paro a gente que no conozco de nada por la calle, consigo
que se reúnan conmigo en iglesias protestantes, organizo una manifestación
surrealista en este barrio pijo en que vivo, pierdo totalmente el sentido del
ridículo, me invento acciones absurdas y la gente me sigue, me abandona, me
sigue, me abandona y me sigue; la tele local me ignora, los periódicos me
ignoran, mucha gente me ignora, avergüenzo a mis niñas, avergüenzo a mis
vecinos, pero no me avergüenzo a mí misma, y así me paso años dando la lata a
diestro y siniestro, me convierto en la excéntrica del barrio, me conocen hasta
los semáforos, hago amigos para siempre…
Pero al fin, consigo/conseguimos el jardín y el hecho de
que el día de la inauguración prácticamente se nos ignore, me da exactamente
igual, porque he conseguido cosas que ni sabía que buscaba.
¿Satisfacción?
¿Orgullo?
¿Gritar menos?
¿Gritar fuera de casa?
¿Qué acabe por fin esta década tan complicada?
Como ya se veía venir, acaba bien, regular y mal
Unos se van
Otros se irán pronto
Alguno se irá para siempre, como papá, sin avisar.
Y yo aquí,
Viendo pasar los carromatos.
La edad de la
amistad
Los 50
Mis amigas son fundamentales en esta época de mi vida
Sé estar sola, me gusta, no me importa, pero no podría
prescindir de ellas
Son tan diferentes entre ellas, como lo pueden ser
conmigo.
De hecho somos amigas casi por casualidad, los maridos,
esas cosas…
Ellos también son amigos, pero no es lo mismo, no sé por
qué y eso que les quiero mucho…
A veces me asombra que seamos amigas.
No coincidimos ni en gustos, ni en aficiones, ni siquiera
en política
En política casi que lo que menos, mejor no hablar…pero
también hablamos.
Discutimos.
Discutimos mucho.
Pero si las necesito siempre están ahí.
Lo mismo me ponen el hombro para llorar, que las copas
para celebrar
Lo mismo son jardineras, que estilistas, incluso hacen la
mudanza y siempre, siempre están dispuestas a lo que sea.
A veces me irritan, las mataría
Muchas veces les irrito yo a ellas, me matarían
Pero no nos matamos, al revés, a veces nos reímos tanto,
y de tales tonterías que más parece que hayamos vuelto al colegio, aunque al
minuto siguiente podemos hablar de cosas muy serias, e incluso podríamos
arreglar el mundo…
Si nos dejaran a las mujeres, todo funcionaria mejor
El mundo funcionaria mejor.
Somos currantas a tope y encima somos multitarea
No tenemos pereza, ni vergüenza, no se nos caen los
anillos.
Somos algo insensatas pero creativas
Somos incansables y decididas.
A ver.
Mirad alrededor
El mundo está lleno de mujeres estupendas
Todos los días conozco una nueva
Desgraciadamente no puedo decir lo mismo de los hombres
Solamente conozco hombres estupendos una vez al mes
Y están pillaos
O son muy mayores
O son muy jóvenes
Y eso que me gustan
Me gustan mucho
Los hombres me encantan
Hay uno jovencito que me encanta
Tiene exactamente la edad que necesito yo para hacerlo
mío, mangonearlo, llevarlo de aquí para allá, comérmelo a besos, susurrarle
tonterías en la oreja, cantarle todas las canciones del Rh, y que le gusten,
contemplarlo desnudo, hacerle cosquillas, bañarle y decirle que es el más guapo
y el más listo del mundo.
Además es francés y medio pelirrojo
Que más quiero
Al final me he ido yo
Pero no he llegado muy lejos
O quizás si
Tengo una casa preciosa
Tengo un jardín estupendo
Tengo un paisaje magnifico
Tengo unas hijas maravillosas no muy lejos de aquí
Tengo un nieto monísimo
Tengo unos amigos fantásticos que van y vienen
Nada de ello es mío
Solo lo disfruto y, creedme, lo disfruto intensamente
Soy rica
¡Soy muy rica¡
En realidad he recuperado dos de las cosas que más me
gustaban de cría
Coser y escribir
Ahora ya casi no dibujo, no sé por qué
Ahora coso y escribo
Ahora escribo y coso
Y coso como si escribiera
Y escribo como si cosiera
Y es que yo quería ser escritora y ahora me doy cuenta,
de que abandoné la idea como abandoné mi huida con los gitanos…
También tengo una perra
Txakurra
Esta sí que es mía
De hecho ella se cree que soy su mamá
La verdad es que ésta sí que tiene pinta de ir detrás de
un carro…