miércoles, 27 de octubre de 2010

La realidad supera la ficción


¡Qué cosas pasan, no me digáis...!
Entre la realidad personal, local, nacional y mundial, ya no sé con cual asombrarme más.
La personal es bastante increíble, quizás la que más.
Me pasan cosas muy disparatadas.
Ayer por ejemplo.
Están pasando unos días en Barcelona los casi suegros y cuñada de mi minipombolita parisina, unos franceses muy agradables, a los que no conocía de nada hasta hace tres días.
Cualquier persona normal, hubiera intentado tener un comportamiento educado, cordial y modélico para caerles bien, ya que parece que el idilio va en serio; y así ha sido en general ya que les he acogido en parte en mi casa invitándoles a cenar mi famosa tortilla de patatas y otras cosas ricas.
Además he dedicado bastantes horas a acompañarles por la ciudad.
Ayer, por ejemplo, hicimos un maratón turístico, y yo, una gran pifia, porque yo no soy muy normal, la verdad.
Como a veces voy de lista, y hay que decir que estaba harta de pagar en sitios a los que he entrado muchas veces gratis y que además ya se financian con mis impuestos, como la catedral ( 5 euros), decidí que nos podíamos colar en algún sitio, en el más caro, por ejemplo, que es la Casa Batlló, que para entrar a verla además de una cola de japoneses imponente tienes que pagar 18.40 euros ( ahí es nada) a no ser que seas catalán ( 14 euros) o poco menos que enfermo terminal que ya te rebajan bastante la entrada pero que es difícil de demostrar.
El caso es que una muy amiga mía y yo, un día que estábamos en Servicio Estación, una tienda mítica de Barcelona que está al lado de la casa Batlló, descubrimos, que los patios-terrazas de las dos, se comunicaban por una puertecita sin cerrojos y que se puede pasar fácilmente ya que las puertas de la terraza también están abiertas para que las visitas vean bien la fachada posterior. Y el caso es que compramos ya no recuerdo qué en la tienda, atravesamos los patios sin impedimentos, visitamos la casa detenidamente (que por cierto es muy bonita) y salimos por el Paseo de Gracia tan ricamente, sin que nadie nos dijera nada...
Y eso mismo es lo que intenté hacer ayer con esta pobre gente y lo hubiera conseguido si no nos hubieran pescado con todo el equipo ( en éste triste caso la futura familia política de mi hija detrás mio).
¡Qué horror!, qué bochorno pasé.
Mi futura consuegra cuando ya había pasado lo peor, creo que me dijo en francés guiñándome el ojo:
"Bueno, al menos lo hemos intentado"
Lo dicho, ellos son encantadores y yo, una mema.

9 comentarios:

  1. Esa señora me cae bien. Nos conbiene como suegra de Minipambolita.

    Que ladrones los de la Batlló!

    Latia

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  2. No eres mema yo hubiera hecho lo mismo. Un abrazo.

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  3. Ha, ha...
    Genial! El tema de la Casa Batlló és un robatori a mà armada i provaré el teu sistema perquè m'he negat sempre a entrar amb aquestes condicions de robatori i llargues cues!

    A la catedral no has d'anar en horari guiri (migdia de 14 a 16 h.) sinó en horari normal i sense problemes. Al migdia s'obre els terrats i altres històries que normalment no es veuen. Si ho vols veure tot de gratis el dia és el de Santa Eulàlia, que fan portes obertes.

    Jo amb una consogra com tu em descollonaria i m'encantaria!

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  4. Galderich, mi sistema funciona.
    Vete solo y fíjate que no haya nadie en la terraza de Servei Estació y, como quién no quiere la cosa, te vas acercando a la puertecita, sin perder la calma la abres y entras y te quedas un ratito en la terraza ya de la casa Batlló mirando la fachada trasera con cara de japonés y luego entras en la casa pegado al grupo más numeroso y si puede ser al lado de la guía.
    Ese era el plan, pero mi grupo andaba un tanto lento, creo que porque la única que lo había entendido era la consuegra y los otros se dejaron llevar por el pánico escénico.
    Ay...
    La semana que viene que tengo que ir a comprar una cosa y lo volveré a ensayar con mi amiga Montse, que somos almas gemelas para éstas bobadas...

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  5. Y lo de la catedral, claro ya he visto que era la hora.
    De todos modos le insistí al señor de la puerta, que yo era local y que tenía una urgencia de rezo y me dijo que le daba igual...
    Hace unos años, subí a los terrados y es mucho más bonito que dentro, os lo aconsejo...

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  6. ¡Ay Pombolita, que le salió la latina que muchos llevamos dentro!; su consuegra ha sido muy política; pero seguro que no le gustó nada pasar ese trago como extranjera. Deje las marranadillas para cuando esté sola, que con el rostro que le supongo, no pasará más que como un pequeño contratiempo tras un acto reivindicativo de cuarta.

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  7. ¿QUÉ QUIERE DECIR CON EL ROSTRO? estoy por ofenderme...

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