viernes, 25 de diciembre de 2009

Sobreviviendo a la navidad


En mi último cumpleaños mis hijas me hicieron un regalo que , a priori, era estupendo: un circuito termal.
El regalo consistía en unas dos horas de cuidados varios como, sauna, masaje, etc...
El caso es que lo contrató la mayor por internet, ya que vive fuera, y quiso buscar un sitio que quedara cerca de casa, para que me fuera cómodo el desplazamiento.
La verdad es que me hizo mucha ilusión porque normalmente no me sobra la pasta para estas cosas, pero el sitio que había elegido, aunque hacía un tiempo tenía buena pinta, había decaído un tanto y había también cambiado de dueño y, francamente, se había vuelto un poco sospechoso.
Pero sin dudarlo, pedí hora y me dispuse a disfrutar mi regalo.
La mujer que me atendió, me explicó que el circuito consistía en una sauna, más un baño de leche de no se qué en bañera de hidromasaje, y un masaje completísimo de una hora.
La sauna, le dije, que no me gustaba mucho, y que me daba claustrofobia, y además , como soy muy calurosa y era verano, no me apetecía demasiado, pero la tía se empeñó en que la probara y accedí, por lo que me acompañó a a una cabina donde tenía que desnudarme y donde, por suerte para ella y para mí, había tan poca luz que, en cuanto me quité las gafas, no veía nada; así que cuando me entregó una especie de tanga negro de papel ya no me atreví a decir ni mú: Es como te reducen, dejándote en ridículo...
Total, que tan estupenda de esa guisa, me introdujo en una especie de armario que parecía Londres allá cuando Jack el destripador pero en reducido, en el que aguanté, - haciendo muchos esfuerzos-, exactamente 5 minutos de reloj ; luego tuve que esperar practicamente desnuda con el tanga, - como no veía nada pues no me atrevía a moverme-, a que volviera a aparecer, y cuando vino y me introdujo a tientas en la bañera de la leche,-que por poco me mato porque resbalaba un montón y había que subir unas escaleras-ya estaba encantada y la consideraba poco menos que mi salvadora.
Pero,... ¡que ingenua fui!,... ¡si la bañera era muchísimo peor!.
En concreto: los 20 minutos más críticos de mi vida.

Esas bañeras están diseñadas para todo el mundo, lo mismo tíos grandes que pequeños y claro, el agua o la leche o lo que fuera aquello, que prefiero no pensarlo demasiado, tumbada me cubría, y como no había dónde agarrarse y me iba resbalando , a pesar de que intentaba apoyar la cabeza en el borde,-era muy alto- y los pies no me llegaban al final... pues que estuve practicamente todo el rato, intentando no ahogarme, sobre todo por mis hijas, pobres, porque menudo regalito: "Cumpleaños trágico. Madre en tanga negro, muere ahogada en bañera de hidromasaje."
Total, que acabé tan agotada que al fin decidí no seguir luchando y me dejé caer al fondo, con lo cual lo único que sobresalía de mí era mi nariz y la boba aquella casi me tiene que hacer el boca a boca ( a oscuras) por lo que, cuando me arrastré hasta la camilla de masaje, -sólo me acuerdo de que la masajista era brasileña, muy mona y muy joven-, ( algo ciertamente sospechoso), antes de caer inconsciente por agotamiento. Durante una hora larga dormí como un ceporro y no me acuerdo absolutamente de nada, solamente de que la brasileña me zarandeaba para despertarme, ya que tenía otro "cliente".
Para rematar la faena, cuando me iba a vestir, resbalé por un pasillo en penumbras y por poco me acabo de matar, que si no llega a ser por que la madame me agarró en extremis, mis hijas cobran del seguro, si es que tenían seguro, que lo dudo...

Total que estas navidades me han regalado un tintero y una pluma de verdad, y unos cuencos japoneses, en vez de un cursillo de esquí que es lo que yo había pedido...

A ver si en Reyes me traen el mecano, que ya les vale...

4 comentarios:

  1. Lo del mecano no es mala idea jajajajaj.

    Me he reido un montón con la historia.

    Si es que no hay nada como un tintero y una pluma...

    Besos

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  2. jajajajaja, te imagino en la bañera de leche luchando por respirar....
    Qué relato más extraordinario!!!
    Para el próximo año, un billete a Londres sin vuelta. Una vez allí, ya te las apañarás... Yo voy contigo, si quieres.
    >Un besazo

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  3. Me encantaría!!!!
    No dudes que ya nos las apañaríamos...

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