Resulta que por alguna razón que no se explica, he comprado un billete de lotería que resulta premiado con 400.000 euros.
Hasta aquí, estupendo, diréis; el problema es que previamente parece que he prometido repartirlo a medias con otra persona, aunque en realidad yo no lo recuerdo.
A veces lo hago con alguna amiga; una primitiva a medias, un décimo en navidad, nada, pocos euros, pero lo curioso es que esta persona es alguien que no es amiga mía, de hecho ni siquiera se su nombre ni apellido y la verdad es que apenas la conozco.
Esta persona elabora y vende un producto alimenticio que me encanta ( no diré cual para no identificarle y que me reclame nada), y al que procuro resistirme aunque no siempre lo consigo y, me gusta tanto, tanto y soy tan habladora, que cuando voy a comprarlo me enrollo un poco, y ella igual, y hablamos un ratito de tonterías, el tiempo o así, esas cosas.
El caso es que ella, no sabe que yo había pensado darle la mitad y tampoco sabe que finalmente me ha tocado,- todo en mi sueño- y claro, si lo piensas, en realidad, ¡qué tontería!, por qué le tengo que dar un dinero que seguramente no necesita ,-sospecho que habrá trabajado mucho en su vida pero el producto lo vende carito y tiene pinta de que las cosas le van bien...-en cambio yo si que lo necesito, que a mi la economía no me va nada bien y, sobretodo pensando en mi futuro, ese dinero me iría fenomenal.
La primera noche ya me pase horas dando vueltas de si le daba o no le daba,-dormí fatal-, y parecía que ya había decidido que no se le daba, que era absurdo darle ese dinero a una desconocida que no lo necesitaba y que no sabia que existía tal posibilidad, pero no se había acabado ahí el problema porque hoy he vuelto con lo mismo: ¿se lo doy o no se lo doy? y toda la noche con el cuento arriba y abajo. Estoy agotada.
Total que aún no sé que haré, tengo esperanzas de resolverlo esta noche de una vez por todas y casi prefiero que no me toque nada...
Se lo he contado a los paseadores de perros.
E. me ha dicho que cuando sueñas que te toca es que no te toca, -sabiduria popular se llama-, cosa que me ha fastidiado bastante porque soy tan ilusa que me habia hecho ilusiones de que me tocaba en la vida real (algo compro) y de que el sueño, era en realidad una premonición de lo que iba a pasar y ya es que me daba igual tener que repartirlo.
C. cree que tengo que: "Darle la parte que una parte de ti cree que le toca", "asi te quedas tranquila y otra vez no prometes lo que no debes"...
C. parece a veces Kung Fu, aquel del pequeño saltamontes...
Me ha fastidiado un poquito pero tiene razón y estas cosas me pasan por hablar, porque en realidad creo que lo que me preocupa en mi sueño es no recordar si realmente no se lo habré dicho entre si hace bueno, si llueve o hay muchas moscas, y no consigo recordarlo con tanta cháchara.
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A ver hoy si resuelvo