Mi amiga M, el otro día soñó que yo estaba flaca y ella no conseguía adelgazar ni un gramo.
Está muy indignada porque hasta su familia me ponía como ejemplo de delgadez y le decían:"¡si hasta tu amiga se ha quedado en los huesos y tu no...!"
Por si acaso es una premonición, llevo dos semanas haciendo régimen y creo que esta vez va a ser en serio, en parte porque ella ya me ha visto delgada en el futuro y, oye, no le voy a llevar la contraria, y en parte porque no me queda otro remedio.
Voy a estar muchísimo mejor, seguro.
Y si no lo estoy ( que lo voy a estar), esto es una putada y un aburrimiento, porque comer, lo que se dice comer, casi que no puedo comer nada y de lo que puedo, todo es bastante malo o soso o las dos cosas a la vez..
El tipo que me hipnotizó y me convenció de que no fumaba, también hipnotiza para adelgazar, pero entre que vale una pasta y que no lo veo tan claro, he decidido probar yo conmigo misma, siguiendo su mismo método.
Me estoy autoconvenciendo de que puedo vivir sin comer lo que comía antes y que va a ser ya para siempre con mucha frugalidad.
Yo creo que ya me he autohipnotizado un poquito porque he adelgazado casi 1 kilo.
El otro día me convenció mi doctora de que me fabricara yo misma unas tortitas de salvado que parece ser que se han puesto de moda con la dieta Dunkan, para sustituir el pan.
Yo no sé qué hice, ya que seguí las instrucciones religiosamente, pero las tortitas, que yo imaginaba blanditas, me salieron tipo ladrillo muy cocido y aunque estoicamente me comí un par para cenar con un poco de pechuga de pavo, aquello me cayó al estomago como un ladrillo mismamente y pasé una nochecita toledana con las tortitas atravesadas en medio de mi cuerpo sin moverse ni para arriba ni para abajo.
En fin, que no he vuelto a hacerlas ni creo que vuelva, ya os lo digo, si me tengo que fustigar con algo que sea alguna cosa mas radical, ahora no se me ocurre qué, pero ya pensaré...