Excursión a Filicudi y Alicudi
Son las islas más chiquitas de este archipiélago, dos montañitas en medio del mar. No hay coches ni motos ni nada de nada. Sólo casas y algún restaurante para los que llegan en barco.
El Caballero Siciliano,-la noche antes-, nos da la mala noticia de que va hacer malo: mal tiempo y mala mar.
Como él no se baña ni se acerca al agua a menos de 100 metros, ( como buen isleño), ni tampoco quiere venir, no pienso desanimarme.
Además hace días que sospecho que el Caballero Siciliano es un chinche y le encanta hacer este tipo de vaticinios negativos.
La verdad es que lleva haciendo unos días regulares para la isla, estupendos para mi: llueve a veces por la noche y sale el sol entre alguna nube por el día.
No hemos dejado de bañarnos La Prima, El Niño y yo ni un día, por lo que cuando nos levantamos con un cielo y un mar perfecto, nos reímos de él...
Mal hecho.
De camino a Alicudi en el barco de Antonello
La Pollara del “Postino”desde el mar
Vamos con la prima de Milán, sus dos niños y un canguro que les habla en alemán, que está ya agotado de lo movidos que son los críos.
La ida hasta Alicudi bien.
Por cierto que en Alicudi, creo que ya lo expliqué en mi viaje anterior, vivió durante largos años “extrañada” por su propio padre, la “alocada” hija de un emperador. No he encontrado en ningún sitio, referencias sobre esta historia, pero los locales, como nuestra vecina Nuccia, aún hablan de ella como si la hubieran conocido personalmente retozando por la isla...
El capitán nos prepara la comida, una pasta con un atún fresco que el mismo ha limpiado y troceado en una esquina de popa y que está buenísima.
Alicudi
Hay más gente: una pareja muy simpática de Verona, con los que enseguida conectamos y otros bastante más sosos que llegamos a la conclusión que son peluqueros por la cantidad de publicidad que llevan encima, toallas , bolsas, etc.
También hay dos matrimonios franceses con cuatro niños manifiestamente pequeños para esta excursión pero que se portan muy bien. El de Verona, posteriormente opina que los llevaban drogados. Puede ser. También puede ser que fueran así de “amuermaos” de natural. Desde luego al lado de los que llevamos nosotras eran un oasis de calma. Los nuestros se portan fatal, tan mal que pasamos un poco de vergüenza, al menos La Prima y yo.
El caso es que no llegamos a bajar del barco en Alicudi, ya que el viento empieza a levantarse y el capitán opina que hay que largarse antes de no poder salir de la miniisla.
El capitán Antonello, es también primo del Caballero Siciliano y de la de Milán, por lo que consigue reprimirse y no tirar por la borda a los niños nuestros, cosa que yo hubiera hecho hace rato y el canguro también, y nos ponemos en marcha entre una mar muy movidita hacia Filicudi que está más cerca de Salina y donde el capitán opina que podemos esperar a que amaine el viento...
A mi me parece que tardamos horas, pero en realidad es una hora en que llegamos tan mojados y tan baqueteados por las olas que parecemos refugiados, y a punto estamos de que no nos dejen bajar.
Filicudi
Venta directa de pez espada
Después de dar un largo paseo, tomar un café ( buenísimo aún en esta isla tan pequeña) y recuperarnos de la mala travesía, además de ver el despiece y posterior venta de un hermoso y recién pescado pez espada ( esos trocitos de la foto, 48 euros) proseguimos nuestro viaje.
Por suerte, el capitán tiene razón y podemos seguir hasta Salina ya con un mar bastante más calmado.
Los niños nuestros se siguen portando fatal y en cambio los de los franceses parece que se animan un poco y cantan unas canciones muy sosas dirigidos por sus mamás que ahora parecen señoritas de cole.
Cuando llegamos a casa, agotados, juramos que ha hecho un día de mar y sol magnífico.
Ni muertas vamos a admitir lo contrario.
El Caballero Siciliano tiene informadores por todas partes y al día siguiente, ya sabe que le hemos metido una trola...
“Coci Duci”
El Caballero Siciliano, es primo a su vez del marido de la pastelera, una de las de bigote, muy simpática, que hace unas pastas y pastelitos que me encantan.
Tiene varias especialidades, entre ellos lo más típico de aquí que es el “canoli” relleno de crema o similares.
Pero a nosotros las que mas nos gustan son unas pastas absolutamente arcaicas entre las que hay una variedad a la que, La Prima y yo, hemos bautizado como “las del Rh negativo”.
Creo que antes se hacian en todas las casas y ya no queda nadie que las haga.
El caballero Siciliano, opina que éstas de la pastelera ( por mucho que de alguna manera ella sea de su familia), son una mierda y que las de su madre u una tia abuela que nombra, ésas si que eran buenas de verdad.
Como, de todos modos y aunque no lo reconozca jamás, está encantado de que alguien que no es de Malfa, ni de Salina, ni siquiera Siciliano ni italiano, las aprecie, cada dos o tres dias nos trae una bandejita de nuestras favoritas, rellenas de “agrumi”, cítricos, para La Prima, El Niño y yo y unas cuantas “Rh negativo” para él.
Lástima que no tengo foto de estas últimas, pero vienen a ser como dos churros de una pasta de harina con alguna hierba y poca cosa más, durísima y muy tostada, doblados por las puntas hacia fuera de manera que queda como una especie de mocordo o cagarruta adornado intermitentemente con los pinchos de algún tenedor.
“Mocordo” según el diccionario de Bilbao es:
1.- Defecación humana.
Ej.: "Nos acercamos a la puerta, y había un mocordo así de grande justo delante"
2.- Palabra utilizada para descalificar, tanto a una persona como a un objeto.
Ej.: "El mocordo del concejal no ha tenido otra ocurrencia que mandar construir este mocordo de monumento"
Las he probado y están bastantes buenas si consigues morder un trozo...
Las nuestras son mucho más blanditas, aunque también muy simples de formas y muy ricas.
El Caballero Siciliano me ha traido para el viaje una caja muy bonita con un montón de pastas. Lleva una ilustracción muy graciosa de la “Carreta Siciliana”
Les he hecho unas fotos muy malas para ilustrar y entre foto y foto, me las voy comiendo...
Última hora:
La Prima me ha enviado una foto de las pastas Rh negativo para dejar aquí constancia de su forma y color ( la forma puede variar ligeramente) y ver el gran parecido que tiene con el antedicho "mocordo".
Continuará...
Hace 1 día
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