He encontrado esta joya de arriba en mi particular "baúl de los recuerdos" y como me parece genial , no voy a tener más remedio que hablar de amores que matan, aunque no tengo muchas cosas que decir, la verdad, porque un "amor" que te mata, no es un amor, sino algo de lo que huir rapidamente...
No hablo del maltrato.
Yo no toco temas tan serios con los que no se hace broma, ( soy bastante superficial) , eso lo dejo para los buenos profesionales.
El problema es que , a veces, no puedes huir tan fácilmente, la vida es complicada y la educación, las circunstancias, la culpa,- un clásico, que otra vez asoma por aquí; ya os lo dije, es lo que tienen los clásicos: siempre vuelven-, los lazos familiares, las obligaciones y la costumbre, por supuesto, van convirtiendo las relaciones , a veces, en la sensación que tienes en la cama cuando te has abrigado mucho, porque hacía mucho frío cuando te metistes en ella, pero, a medianoche, ha subido la temperatura, y... , no es que tengas calor, de momento, pero cada vez,-el edredón, la colcha, la mantita que te pusiste además...-, cada vez te van pesando más, y llega un momento que te falta el aire, pero aún estás dormida y no sabes lo que en realidad te está pasando, no sabes que lo único que tienes que hacer es quitarte algo: el pijama.., la mantita..., la colcha..., el edredón...., algo.
A veces consigues medio despertarte y te lo quitas, lo que sea que te quites, y sigues durmiendo como una reina, pero otras, ésto dura hasta que suena el despertador y la sensación ya te acompaña un buen rato...
Pues eso que hay algunos amores que son así, y no son necesariamente entre un hombre y una mujer...pueden ser perfectamente entre amigos, compañeros de trabajo, jefes, madres e hijas, hijas y padres, hijos y madres, padres e hijos, hermanos, tios, vecinos y todas las combinaciones posibles.
No es como una mantita.
No te la puedes quitar en un plís plás.
A veces la vas arrastrando como aquel personaje encantador de Charlie Brown:
Linus.
Linus y su mantita.
Ahora voy a intentar ( a ver si me sale porque ya no me acuerdo cómo lo hice el otro día), poneros a otra que , me parece, que se quiere quitar algo...una mantita, los recuerdos, el camisón, la culpa....vés a saber qué...
Hace 2 semanas
Ah, se me olvidaba, ella se llama Della Reese y la canción Someday, y la canta así, como si nada, con esa facilidad...
ResponderEliminar¡Fántastica!!!
¡Qué bueno, Pombolita!
ResponderEliminarHay noches de parálisis y calor, mantas y edredones, que duran años...
Pero a medida que uno va pegándose esas largas sudadas, se despierta antes.
Un beso
¡Qué gran lección!
ResponderEliminarY lo que nos queda niña..
Chicas, gracias...je vous aime aussi.
ResponderEliminarSi os ha gustado Someday, no os perdais la versión de Mina....arriba mismo, no es negra, pero es fantástica!
Buena comparción, aunque yo hace mucho que me quite eso. No me gusta depender ni que dependan...buffff, me agobia...seré egoista...
ResponderEliminarBesines
Pluv. qué envidia me das.
ResponderEliminar¿Cómo se hace para alcanzar esa especie de estadio Zen en el que estás?
Me encantaría, pero soy una cobardica y como, en el fondo, sólo aspiro a que los demás me quieran, creo que no lo conseguiré nunca...
En realidad todo consiste seguramente en tomar distancia para ver la perspectiva.
Ahí está el problema: no puedo tomar distancia, soy una apasionada y la pasión me ciega,...
...la vista.
Por supuesto que no se trata de hablar de lo que no hay que tratar trivializándolo, que ya es suficientemente dramático en sí mismo; sino de lo otro, que no es menos dramático, pero en el caso de serlo lo es con carácter individual e intransferible, y no colectivamente. Y en ese plano no menos dramático y profundo me quedo con Sabina cuando cantaba:
ResponderEliminar" Y morirme contigo si te matas.
Y matarme contigo si te mueres.
Porque el amor cuando no muere mata.
Porque amores que matan nunca mueren."
Si habláramos de otra cosa a lo mejor si. A lo mejor es como usted dice, que todo depende del peso del edredón, de la firmeza de la goma del pantalón del pijama, o de la temperatura medioambiental. La anécdota elevada a la categoría de axioma.
¿Impertinente? Por supuesto que sí, pero el amor o es lo que debiera ser o no es nada, y en tal caso seguro que no merece la pena hacernos perder el tiempo justificando lo que no admite justificación alguna. Los sucedáneos en el desayuno y si una no es ni siquiera muy cafetera.
¿A qué he quedado espectacular? Si es que cuando una se limita a hablar las cosas son lo que debieran ser, cuando se vive ya es otra cosa. Entonces la vida no se parece ni por asomo a lo que se cree que debiera ser. ¿No?
Estás muy profunda Isadora...
ResponderEliminarme confirmas la pasión que quita perspectiva... y ya, que me pongas como ilustración esas palabras de Sabina, a mi, fan confesa, no es que me matas, es que me rematas.